Precioso disco dedicado a música para cello y cuerdas del compositor italiano, que registra algunas primeras grabaciones mundiales.
Cello Concertos. Obras de Giovanni Benedetto Platti. Stefano Veggetti • Ensemble Cordia. Brilliant Classics, 1 CD [94722], 2013. T.T.: 63:23.
No son muchos los discos que se dedican de manera
monográfica a la figura de Giovanni
Benedetto Platti [1692/1697-1763], por lo que el lanzamiento de este
registro es ya, «per se», un acontecimiento considerable del que alegrarse. La
vida de Platti es en algunos puntos una verdadera incógnita. No se conocen con
exactitud ni su fecha de nacimiento ni la ciudad de su alumbramiento. En su
acta de defunción se dice que tenía 64 años, lo que indicaría como fecha de
nacimiento 1698. No obstante, la información sugerida en una carta de Domenico
Palafuti a Giovanni Battista Martini parece aproximar la fecha al 9 de julio de
1967. Sin embargo, Michael Talbot –el gran musicólogo «vivaldiano» y veneciano–
encontró un documento que menciona a Platti como miembro de los «Arte dei
suonadori» ya en 1711, por lo que plantea la posibilidad de que no hubiera
nacido más tarde 1692. Poco sabemos de él antes de 1722, salvo que pudo
permanecer en Venezia en ese tiempo, pudiendo ser alguno de sus maestros
Francesco Gasparini, Tomasso Albinoni, Antonio Vivaldi, Antonio Lotti o los
hermanos Marcello. Su padre, Carlo Platti, intérprete de violetta en la
orquesta de la Basilica di San Marco, fue con total seguridad su primer
maestro.
Ya en 1722 se
le sitúa en Würzburg, a donde viaja con un conjunto de músicos bajo la
dirección de Fortunato Chelleri. Una vez allí entró a formar parte del servicio
del Príncipe-Arzobispo de Bamberg-Würzburg, Johann Philipp Franz von Schönborn,
casándose un año después con la soprano Maria Theresia Lambrucker, con la que
tuve ocho hijos. El enorme talento musical de Platti queda bien patente en su
estancia en esta corte, pues en ella desarrolló labor como cantante, chelista,
oboísta, flautista y clavecinista, pero también compositor e incluso actor. Es
precisamente aquí, concretamente en la «Musikaliensammlung der Grafen von
Schönborn-Wiesentheid» –esto es, Colección de Música de los Condes von
Schönborn-Wiesentheid– donde podemos encontrar la mayoría de las piezas de su
catálogo, algunas de las cuáles son fuente única para su estudio, por no encontrarse
copia en otro lugar, al menos por lo que se conoce hoy día. Se conservan aquí
unas sesenta piezas de Platti, de las cuales la mayoría tienen al cello como
instrumento –el instrumento de von Schönborn: destacan sus dos volúmenes de Sonate a Violoncello solo, así como sus
28 Concerti con Violoncello obligato.
De estos 28 Concerti se graban aquí
tres, los D-WD 650, 654 y 657, siendo el segundo de ellos una primera grabación
mundial. Escritos para las dos partes de violines y el bajo continuo habitual,
llevan añadida una parte para viola. Están construidos a la manera habitual del
concierto barroco: dos movimientos extremos de «tempo» rápido y carácter
enérgico, los cuales enmarcan un
movimiento central, repleto de un lirismo y una calma elocuentes, además de una
armonía tremendamente expresiva –marca de la casa en la escritura de Platti. En
sus concerti Platti nos muestra su
faceta más cercana al preclasicismo –para algunos pasa por encima del llamado
«Style Galant»–, aunque el color barroco sigue siendo el preponderante. Se
observa aquí un excepcional sentido de la estructura, ligado a una forma
interna repleta de elegancia. Estos conciertos para cello son considerados por
algunos estudiosos como una de las cumbres del género, equiparables en su
momento a los escritos algo más tarde por Luigi Boccherini. La música es, en
efecto, de una calidad más que notable, además de una belleza arrebatadora. El
contraste entre el ímpetu de los movimientos primero y tercero –la energía es
fabulosa– y el delicado y tierno diálogo entre el solista y la orquesta del
segundo movimiento es de una maestría importante.
El disco se
completa con dos piezas, estas también primeras grabaciones mundiales, en la
que encontramos un Platti bien distinto. Aquí encontramos una escritura de Concerto
Grosso, por lo tanto similar a ese lenguaje que podemos encontrar en los
grandes desarrolladores del género, especialmente Arcangelo Corelli [1653-1713], sobre todo si tenemos en cuenta que
Platti toma aquí como base el Op. V del de Fusignano para construir sus obras. Concretamente
se graban aquí sus Concerti Grossi en
Re mayor D-WD 538, sobre la sonata
I, y en Do mayor, sobre la sonata
III. El contacto de Platti con la música de Corelli puede deberse a múltiples
vías: simplemente a través de la instrucción recibida de algunos de sus
maestros –la influencia de este era muy importante en toda Italia–, pero
también a través del conocimiento que de la misma tenían sus patrones, los
hermanos von Schönborn, quien en su estancia en Roma conoció al parecer bien la
obra de Corelli. Este tipo de arreglos basados en composiciones previas del
maestro de Fusignano no es un caso excepcional en la historia, pues otro
italiano, Francesco Geminiani, publicó en 1726, en Amsterdam, una colección de Concerti
Grossi precisamente también sobre este Op. V «corelliano», que alcanzó mucha
más fama que la del bueno de Platti. Se basan en un manuscrito de la partitura
para la interpretación de estas obras, en el que aparecen cinco líneas: tres
para los violines, una para la viola y otro para el bajo. Las diferentes partes
no se marcan, por lo que se debe asumir que dos son para los violines
«concertino», y las otras dos para los violines «di ripieno». Por lo tanto, la
línea del violín original de Corelli se comparte aquí entre los dos violines
solistas, quedando la parte del bajo sin alterar. Para la parte del
«concertino» Platti emplea una escritura de dos violines y violoncello –no
podía ser de otra manera en su caso–, destacando los momentos en los que el
cello debe realizar parte solista y en cuales su función es «di ripieno» en el
continuo.
Las
interpretaciones corren a cargo de Stefano
Veggetti, quien consigue extraer su extraordinario cello Nicola Gagliano
[Napoli, 1737] una hermosísima sonoridad, explorando en él todas las
posibilidades de los diversos registros a los que Platti expone al instrumento
con su escritura. Es un intérprete bien dotado en lo técnico, destacando
especialmente su capacidad para expresar por medio de un fraseo bien definido y
mostrando gran maestría en el manejo del color –los movimientos lentos son
extraordinarios.
Acompañan a
Veggetti el Ensemble Corda, conjunto
italiano fundado por él mismo para desarrollar su labor de interpretación en el
repertorio barroco y clasicista sobre todo italiano. Es un conjunto realmente
muy bien trabajado. Se nota la pasión común, y la sinergia que se produce en
este registro es digna de alabanza. Extraordinaria simbiosis de todos los intérpretes.
La sonoridad de las cuerdas en límpida, tersa, con un empaste prácticamente
perfecto y un balance entre líneas muy conseguido. Contando con la
participación de seis violines barrocos, dos violas barrocas, tres cellos
barrocos, u violone, clave, órgano y tiorba, la sonoridad grupal no se resiente
en ningún momento, sino que es siempre contundente, bien armada. Excelente la
labor de los continuistas, especialmente en los Concerti Grossi. Cabe destacar
especialmente el fantástico trabajo desarrollado por Andrea Rognoni e Isabella
Bison a los violines barrocos y por Franziska
Romaner al cello barroco, en el «concertino» de los Concerti Grossi,
logrando una calidad interpretativa elevada, a la altura de la música y el
resto del conjunto.
Fantástico disco, que hará las delicias de cualquier
apasionado del barroco, y que para aquellos que no conozcan previamente la
música de Platti, les supondrá una auténtica sorpresa, porque estamos, repito, ante
música de una calidad más que notable. Como siempre, Brilliant Classics continúa por el camino de la excelencia y la
competitividad económica. No dejen de comprarlo, porque música e interpretación
así lo merecen.
Publicado en Codalario el 21-III-2014.
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