jueves, 1 de marzo de 2012

"Pórtico de Zamora": programas de mano del siglo XXI (Qvarta pars)

   Esta es la última de las entradas que dedicaré a las vídeo-notas que el Festival "Pórtico de Zamora" ha creado, pues para la matinal del sábado -con el concierto de Andrés Cea Galán- no se ha preparado y la última de ellas se escapa un tanto de mi radio de interés directo. En ella se da cuenta, nada menos, de un concierto del que da envidia solo escuchar el los siguientes nombres: Cristóbal de Morales, Gabrieli Consort & Players, Paul McCreesh.

   Si bien este último año todo ha girado en torno a la figura del gran Victoria, tampoco es justo que descuidemos las otras grandes mentes creadoras de la música española en el Renacimiento. Sabemos que son varios los enormes polifonistas que desarrollaran su labor profesional en nuestras tierras. Este es el caso de Cristóbal de Morales, uno de los maestros que históricamente se ha visto, junto a Francisco Guerrero y el propio Tomás Luis de Victoria, como el tridente de la polifonía renacentista hispánica. Morales fue el primero de ellos, quien abrió el camino para todo lo que vendría después y que bien ganó esa descripción que formulara Juan Bermudo sobre él al "pintarlo" como "la luz de España en la música".

   Para honrar esta figura, el "Pórtico" nos propone un maravilloso programa compuesto por la que es, posiblemente, su obra más subyugante e importante, la Missa Pro defunctis a 5, pieza de 1544 y en la que se dobla la voz de altvs. Se completa el programa con otras piezas, como son la impresionate antifona Circumdederunt me a 5 y el psalmo Venite, exultemus Domino. Cierra el programa una pieza también española, pero no de Morales, sino de otro de los grandes talentos del Siglo de Oro, el ursaonense Alonso Lobo, del que nos ofrecen su emocionante y también fúnebre Versa est in luctum a 6, de 1602.

   Alberto Martín Márquez, quien dirige, programa y organiza el propio festival, realiza una magnífica disección del autor, el contexto, los antecedentes artísticos y el programa a interpretar; en unas notas que realmente resultan meridianamente claras y extraordinariamente interesantes y amenas. Un trabajo excelso.

   El Gabrieli Consort & Players y Paul McCreesh ya dieron buena cuenta de esta obra y su saber hacer sobre la misma en una maravillosa grabación de 1998, que supuse, sin ninguna duda, la mejor lectura de esta impresionante música -quizá junto a la vesión de Jordi Savall, muy distinta, por otra parte-, por lo que este concierto se presenta como una auténtica cita ineludible para todos aquellos apasionados de la polifonía renacentista y de la impresionante luz que proyectan las notas de nuestros compositores más importantes. Por mi parte, espero poder asisitir para poder disfrutar y emocionarme con ello y dedicarle a Alberto mi más sincera felicitación por duplicado: por su inefable esfuerzo y maravilloso trabajo realizado en el "Pórtico", pero también por tan excelentes notas. Se lo ha ganado.