Ciel e terra
Georg Friedrich Händel (1685-1759)
1. Giulio Cesare: Ouverture
2. Brockes Passion: Aria Brich, brüllen der abgrund
3. Il trionfo del tempo: Aria: Urne voi
4. La Ressurrezione: Aria Così la tortorella
5-6. Alexander’s Feast: Recitativo Give the vengeance / Aria: The Princess applaud with a furious joy
7-15. Alcina: "Suite":
Ouverture, Musette, Menuet, Gavotte-Sarabande-Gavotte, Menuet II, Gavotte II, Tamburino, Entrée de Songes Funestes, Entrée.
Alcina: Aria Un momento di contento
Rodelinda: Aria Io già t’amai
Rodelinda: Aria Pastorello d’un povero armento
Acis & Galatea: Aria Where shall I seek
Tamerlano: Aria Ciel e terra armi di sdegno
David Hernández Anfrúns, tenor
Orquesta Barroca de Granada - Dario Moreno
IBS Classical (IBS 12011)
Orquesta Barroca de Granada - Dario Moreno
IBS Classical (IBS 12011)
A estas alturas de la partitura no vamos a descubrir aquí nada nuevo de la música vocal, tanto profana como sacra, del gran genio alemán Georg Friedrich Händel, pero no deja de sorprender cada vez que sale un disco recopilatorio con arias del alemán protagonizado por tenores, precisamente por lo escaso de esta voz en los roles de ópera barroca, aunque es bien cierto que Händel fue uno de los que más la privilegió en sus óperas, en la medida que los castrati lo permitían.
Por otra parte, el lanzamiento de un disco de arias handelianas no sería ya una sorpresa ni algo que se hubiera de celebrar con gozo y júbilo, pero este no es el caso, pues este no es un recopilatorio de arias más, y sí, hay que celebrar su salida al mercado con esa alegría, pues son varios los motivos que nos incitan a ello: primeramente que se trata de la primera grabación de un conjunto -lo cual siempre es buena noticia- y segundo porque es una grabación protagonizada puramente por intérpretes españoles -y las cosas no están como para no atesorar momentos como estos-.
Se trata del debut discográfico de la Orquesta Barroca de Granada, que dirige el clavecinicta Dario Moreno, una orquesta barroca más que surge en el seno de Andalucía. Fundada en 2007, desarrolla su actividad intentando abrirse camino en el duro mundo musical andaluz y español, aportando su visión historicista de las músicas de los siglos XVII y XVIII. La parte para tenor está encarnada por el catalán David Hernández Anfrúns, un cantante muy joven formado en la ESMUC y actualmente en Genève.
El disco está dedicado casi "fifty-fifty" a la vez y a lo puramente instrumental, pues buena parte del disco lo ocupa la imaginaria suite extraída de los fragmento instrumentales sueltos de la ópera Alcina. No se trata de un recopilatorio más -como los que ya hayan podido grabar alguno de los grandes tenores del panorama mundial-, pues Hernández Anfrúns y Moreno han tenido a bien no interpretar las celebérrimas y en exceso trilladas arias para tenor, sino que la mayoría de las piezas no estarían dentro de ese grupo de arias archiconocidas por el "gran público", lo cual es muy de agradecer. La selección es buena, inteligente, pues en ella tenemos un poco de todo: lo profano, representado por las óperas; lo sacro, con los oratorios como estrella; lo puramente instrumental; lo italiano; lo inglés; lo alemán... una macedonia bien condimenada que se agradece en la escucha.
La versión de estos intérpretes es digna de alabanza, más teniendo en cuenta que se trata de músicos cuya carrera acaba, como quien dice, de despegar. Hernández Anfrúns está todavía formándose -al fin y al cabo, ¿qué músico no están siempre haciéndolo?- y su juventud es una garantía de su futuro éxito. Tiene un timbre bello, bien trabajado, muy maduro para su edad, redondo, firme, robusto y proyectado. Contundente y bien reposado en su registro medio y grave -para mí lo mejor de su voz-, realiza unas lecturas que resaltan por una dicción realmente espléndida en todos los idiomas -lo cual es una cualidad no muy en boga últimamente-. Es necesario destacar el excelso trabajo en las ornamentaciones de los da capo, muy elegantes y discretas, sin alardes artificiales y cargantes. Prefiero, quizá, sus momentos más sosegados y melancólicos a los de bravura y agilidades.
La versión de Moreno y su instrumentistas es vivaz, vitalista, fresca, enérgica y furiosa, pero también saben ser elegantes y delicados cuando las arias más lentas y cantabile así lo solicitan. Las cuerdas suenan tersas, firmes, y el viento-madera está fabulosamente representado, con unos oboes muy bien empastados y unos traversos de límpidas sonoridades. El bajo continuo está muy bien construído sobre la cuerda grave, el fagot barroco, la cuerda pulsada y un clave omnipresente que sustenta la armonía con brillantez. Son interpretaciones en las que los tempi son muy contrastantes, tendentes hacia lo ligero, en las que la energía desborda y va directamente a desmontar intelectualmente al oyente. Es cierto que no estamos ante una formación de primer nivel mundial, pero sí ante una orquesta barroca que cuenta con apenas cinco años de vida y cuyo duro trabajo durante estos años está empezando a producir sus frutos. Falta conseguir, quizá, una sonoridad más homogénea, sin fisuras ni aristas, pero creo que están demostrando que pueden hacer cosas muy grandes.
Destacan por su sobrada belleza la suite de Alcina y las arias Io già t’amai, Pastorello d’un povero armento y Ciel e terra armi di sdegno -que da nombre al disco-, por nombres solo algunos momentos.
Me consta que este trabajo ha sido fruto de varios años de esfuerzo y duro trabajo, cuyo pago ha sido más la ilusión del trabajo bien hecho que lo económico para todos y cada uno de los intérpretes. Creo que en este momento en el que la cultura y la música están siempre en la cola de las prioridades de nuestros dirigentes, las cosas no son fáciles para nadie, pero para la OBG nunca lo ha sido desde su fundación, al igual que no lo es para ninguna de las otras orquestas barrocas de Andalucía, que ven como la OBS se llevan toda la atención y ayudas de la comunidad, dejando a un lado al resto de formaciones que están realizando una magnífica labor y que merecen ser tenidas muy en cuenta. Este es un claro ejemplo y vaya desde aquí mi apoyo, felicitación y energía para ellos, para que sigan luchando y haciendo lo que saben hacer -¡y tan bien!-, y para que los dirigentes de su comunidad se den cuenta de que son dignos de apoyar, porque pueden aportar mucha horas de felicidad a todos los andaluces y españoles. Yo ya espero su próximo registro -espero que pronto- y me atrevo a hacer una sugerencia en relación a lo que creo que hacen mejor: barroco francés.