miércoles, 10 de junio de 2009

Dos versiones para un genio contemporáneo


Para aquellos que se dedican -en mayor o menor medida- a la música coral contemporánea, pronunciar el nombre de Eric Whitacre supone mucho, muchísimo. Estadounidense y aún treintañero, su fama entre los coralistas de todo el mundo y aquellos amantes de la música coral contemporánea -sin tener que interpretarla forzosamente, que también son muchos- es brutal, como demuestran fehacientemente el número de visitas recibidas y descargas obtenidas en su página oficial, myspace, perfil en Facebook, blog personal y las innumerables entradas que en los buscadores aparecen, nos demuestra que es un autor global, que además ha sabido utilizar de la manera más positiva posible las nuevas tecnologías al servicio de la creación artística.

Formado en la University of Nevada y The Juilliard School -en estas última bajo el acogimiento de John Corigliano y David Diamond-, este joven es mundialmente reconocido por su obras corales, aunque ha escrito y arreglado obras para diversas formaciones, tales como conjunto de metales, conjuntos de cuerda, bandas de música, orquesta e incluso una ópera electrónica titulada Paradise Lost: Shadows and Wings, en la que, sobre el poema épico de John Milton, hace una recreación por medio de la música electrónica, ambiental, trance y techno.
No obstante, su fama se ha ido forjando por medio de sus obras corales, auténticas joyas del género, en las que se muestra heredero de los grandes polifonistas del renacimiento, los grandes coralistas del romanticismo y los mejor de cada escuela contemporánea. Whitacre se ha hecho famoso a través de un estilo muy reconocible -algunos lo comparan con el del también genial Morten Lauridsen, aunque con técnicas algo más novedosas-, estilo que ha forjado a base de la utilización de acordes de séptima y novena -con o sin suspensiones de segunda y cuarta-, series armónicas, inversiones de acordes, series de progresiones... una serie larga de técnicas que han derivado, incluso, en lo que se ha denominado como "acordes Whitacre", conjugado con un sensacional uso del ritmo, mediante el uso de patrones infrecuentes y su gusto por su mezcla y alteración. Melodías muy bellas, armonías subyugantes y los sobrecogedores armónicos que consigue crear, acaban por formar un ambiente de sosiego y calma realmente apabuyante -todo ello resumiéndolo muchísimo, como es obvio-.

Pues bien, el fin de esta entrada de hoy es, aparte de para mencionar la figura y extraordinaria calidad de este compositor, no es otro que el de realizar una comparativa entre dos álbumes que dedican, de manera monográfica, su contenido a la obra de este maestro.
El primero de ellos, aparecido en 2002 y publicado bajo el sello estadounidense Arsis Audio, lleva por título The Complete A Cappella Works 1991-2001 y está protagonizado por Brigham Young University Singers, bajo la dirección de Ronald Staheli.
El segundo en "discordia" es el disco titulado Cloudburst and other choral works, un álbum aparecido en el sello inglés Hyperion en 2006 y que está protagonizado por Polyphony y la dirección de Stephen Layton.
Ambos discos tienen la tremenda cualidad de estar dedicados por entero a la obra coral del maestro y aunque tienen un número muy alto de obras coincidentes, el primero contiene una obra y el segundo tres obras que no contiene el otro disco. Hay que destacar que sendos discos están realmente bien interpretados y el canto de ambos conjuntos es sobresaliente, pero las bondades de uno de ellos hacen que el otro quede ensombrecido.

Aquí dejo mi análisis comparativo y al final de la entrada una muestra de tres piezas, en sendas versiones -primero la de los BYU y luego Polyphony-: Sleep (una de sus piezas más conocidas e interpretadas. Maravillosa), Cloudburst (una obras muy singular, colorista y estremecedora) y When David heard (su auténtica obra maestra y un monumento coral de todos los tiempos):

En definitiva, Polyphony se erige como la opción más apropiada -de manera aplastante-, al igual que sucede con otras tantos compositores contemporáneos. En sus filas, varios de los cantantes ingleses más reputados en la interpretación de polifonía renacentista -ver esos nombres es asociarlos, de manera automática, a los grandes grupos de ese repertorio- y que junto a su calidad vocal y el buen hacer del maestro Layton en esas lides, les convierten en el mejor coro del mundo en la interpretación de los Whitacre, Lauridsen, Pärt, Tavener, MacMillan, Jackson -su último compositor interpretado y grabado-, Rutter... en opinión de un servidor y con el resultado que su discografía nos ofrece.
P.S. Otro de los motivos favorables a la versión de Polyphony, aunque no figure en la comparativa, es la toma de sonido del disco -algo siempre necesario en un disco de música culta, pero aún más, si cabe, en un disco en el que un coro se enfrenta a toda la grabación, con su sonoridad bastante limitada en ocasiones, aunque sea limitada a voluntad-, bastante mediocre en el caso de Arsis y notable en Hyperion.



Eric Whitacre (1970). Sleep
Álbum: The Complete A Cappella Works 1991-2001
Brigham Young University Singers - Ronald Staheli

Arsis Audio 2002


Eric Whitacre (1970). Sleep
Álbum:
Cloudburst and other choral works
Polyphony - Stephen Layton
Hyperion 2006



Eric Whitacre (1970). Cloudburst
Álbum: The Complete A Cappella Works 1991-2001
Brigham Young University Singers - Ronald Staheli
Arsis Audio 2002



Eric Whitacre (1970). Cloudburst
Álbum: Cloudburst and other choral works
Polyphony - Stephen Layton
Hyperion 2006



Eric Whitacre (1970). When David heard
Álbum: The Complete A Cappella Works 1991-2001
Brigham Young University Singers - Ronald Staheli
Arsis Audio 2002



Eric Whitacre (1970). When David heard
Álbum: Cloudburst and other choral works
Polyphony - Stephen Layton
Hyperion 2006

6 comentarios:

Unknown dijo...

Como te lo cuerras!!! Como se nota que el tema te gusta y controlas.
Sigue así.

Un beso muy grande. Míriam

Mario Guada dijo...

Hola Míriam:

Pues muchísimas gracias.
Creo que los buenos ojos con los que me miras pueden contigo, pero aprecio mucho tu opinión y me satisface que así sea.
Me alegra que disfrutaras con la entrada -dedicada a una música que sé que te encanta-.

Un mvsical beso.

CeSolFaUt dijo...

En el When David Heard, sobre lo que dices de las grabaciones, me permito discrepar levemente con tu criterio (creo que por primera vez, normalmente lo comparto plenamente). Polyphony tienen un sonido un poco demasiado de cámara para las sonoridades que escribe. Realmente, para cantarla correctamente, con la escritura en muchos momentos en 16 voces en frases larguísimas sin respiración, y sin que se pierda la sensación de compacidad del sonido, es necesario contar al menos con tres cantantes por parte, o mejor cuatro.

No es que no se pueda hacer con dos, pero pierde parte del carácter que necesita. Es por ello probablemente que los de Polyphony (que me encantan) optan por un tempo tan rápido, que le añade un nerviosismo innecesario y perjudicial, y le roba la tensión inmensa que crea con las maneras inteligentes de este hombre de dilatar el tiempo y las necesidades de resolución, cosa que generalmente maneja bien, pero en esta pieza de modo especial, trivializando un poco los pasajes más tensos, aunque a cambio lo suplan muy inteligentemente con otros recursos.

En esa pieza, sin ser perfecta, me quedo con la interpretación de los BYU, personalmente.

Mario Guada dijo...

Hola:

Bueno, es evidente que tú estás mejor preparado que yo para estas cuestiones corales, no obstante, me permitiré el lujo de intentar "refutar" tus sabios comentarios.
Es cierto que, mientras que los BYU Singers tienen un coro formado por 43 cantantes, Polyphony "sólo" cuenta con 28 cantantes en sus filas. A pesar de que hay fragmentos en la obra a 16 partes -al igual que tú, conozco bastante la partitura- y en muchísimos momentos el desdoblamiento de voces es complejísimo, no veo un problema ese número de 28 cantantes -mucho menos para el resto de obras menos exigentes en el número de voces-. Y no lo veo porque, a pesar de que la sonoridad puede volverse algo raquítica si se compara con la otra versión, el resultado global de la versión de Layton es formidable. Para mi gusto consiguen sacarle todo el jugo a la pieza -mucho más que los estadounidenses, con ese número tan elevado de intérpretes-. Desde mi humilde opinión, el fraseo resulta modélico y la tensión se puede hasta mascar -con el mérito con ello conlleva, por ese asunto del número de cantantes que estamos comentando-. Además, la elección de ese tempo algo más ligero me parece muy acertada por parte de Layton -para mí le añade algo más de coherencia texto-música en algunos pasajes- y no observo por ello un menosprecio en la expresividad, contenido y emoción del texto -a pesar de sus pocas palabras, resulta un texto realmente estremecedor-.

Por otra parte y esto es lo que parece más definitivo, Polyphony sabe interpretar esta pieza de una manera muchísimo más clara y se observan acordes, matices, claridad de líneas... que no es posible distinguir en la otra versión.

En fin, lo he intentado. Por cierto -ya se habrá notado-, pero es que soy un fanático de Polyphony.

Un mvsical saludo.

Salaverde dijo...

Hola Mario,

coincido con CeSolFaUt. Si me dejas, te ofrezco una comparación con la pintura: un cuadro de pintura flamenca requiere pinceles finísimos, al igual que la música del Renacimiento necesita grupos de cámara; un cuadro impresionista necesita trazos más gruesos. Y precisamente, la música de Whitacre es impresionista, pinta texturas que requieren un coro bastante numeroso. Polyphony puede sonar extraordinariamente pulcro y nítido, como siempre, pero desde mi punto de vista no es el instrumento ideal para esta música. No obstante, reconozco que siempre se pueden crear interpretaciones maravillosas de cualquier música con instrumentos diferentes a los que el compositor pensó inicialmente, interpretaciones que pueden ayudar a descubrir nuevos detalles, a percibir la obra de otro modo.

Como anotación al margen, y también para reflejar la importancia que tiene la música de Whitacre, os paso un enlace de Youtube del famoso Festival of Nine Lessons and Carols que se celebra en la capilla del King's College todas las Navidades. La del pasado año incluyó una obra de Whitacre, Lux Arumumque:

http://www.youtube.com/watch?v=awd9gO_b3hQ

Mario Guada dijo...

Hola:

Interesante y sabio el símil que nos efreces.
Sin embargo, personalmente considero a Whitacre un hombre del renacimiento, aunque en el siglo XXI. Esta pieza no tanto, pero buena parte de su obra me parece heredera directa del tratamiento vocal y coral del renacimiento.

Un mvsical saludo.